13 diciembre 2007

¿Habría merecido la pena?

Formamos parte de una maquinaria compleja, tan complicada que creo que jamás llegaré a comprender, tal vez sea porque me asustan las cosas grandes y como no imagino como es capaz de seguir adelante, tengo miedo de interesarme por su funcionamiento.

Desde nuestras cómodas posiciones observamos el mundo, como cuando nos montamos en un avión y miramos a través de la ventanilla. Ahí fuera se ve todo tan lejos y ni nos planteamos la hazaña que estamos llevando a cabo, flotando en medio de la nada y lo fragil que es todo, no percibimos que 15 centímetros más adelante nos congelaríamos y no seríamos capaces de respirar. En ocasiones pienso que peco de ingenuo, creo que la cosa va a mejor, que conforme pasa el tiempo el mundo se convierte en un lugar por el que merece la pena levantarse cada mañana, pero lo cierto es, que no doy ni un duro por esto que entre todos hemos creado.

Yo no se que he hecho para odiar y para ser odiado, simplemente por haber sido engendrado aquí o allá. Yo no he elegido la tierra en la que nací, pero estoy orgulloso de ser granadino, español, europeo y ciudadano del mundo, o no? Pues probablemente no, no estoy orgulloso de mi origen, odio pertenecer a una especie que a pesar de haber desarrollado algo único entre cualquier otro ser vivo permite que siga mandando el egoismo y el ansia de devorarlo todo con tal de sobrevivir.

Si fuera necesario, daría mi vida por una causa, ¿pero matar?
Cuando veo un atentado, me resulta tan poco dramático como cuando veo una película de acción en el cine, es como si no fuera conmigo, puede ocurrir a miles de kilómetros, a cientos de kilómetros, a 4 ó 5 kilómetros, pero hasta que no le ocurre a alguien que te importa, no sientes como miles de cristales revientan en un interior.

No se que fin justifica acabar con la vida de nadie, no se que fin justifica poner una bomba al lado de un colegio, no alcanzo a comprender que clase de irresponsable es capaz de dar lugar a que alguien desee poner una bomba y no, no tengo fuerzas para aguntar un mundo tan falso, por mi que todos se vayan a la mierda, no creo que haya nadie en este mundo que sea capaz de convencerme de que puedo darle un voto de confianza y estoy harto de tanto juego de palabras que no conducen a ninguna parte.

Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos, así que a pesar de todo, tengo que dar gracias a ¿Dios?, en fin, agradezco el no tener que estar dedicando estas líneas a un amigo fallecido, porque ya he llorado muchas veces por gente que he perdido, pero no tendría lágrimas si perdiese a un amigo de esta forma tan absurda y tan injusta.

Espero que toda la gente que se han llevado por delante, ya sea el otro día en Argel o en cualquier estúpida guerra, atentado,... esté en un sitio que merezca más la pena.


4 comentarios:

Óscar dijo...

Joder, que razon tienes, si eso lo has escrito tu oca, me dejas sin palabras. OLE TU!!!!

Anónimo dijo...

Q palabras más sabias!!
Esto solo puede acabar cuando el ser humano dje d ser tan egoista y piense un poco en los d+ indpndientment d como sean, pienso q hasta q no haya un concepto d grupo mundial no djaran d pasar estas cosas, pero si no djamos nuestros prejuicios, intereses económicos y d+ a un lado jamás podrá ser posible.

Carlinhos dijo...

Tienes toda la razón cuando dices que no nos damos cuenta de lo frágil que es la vida y de la distancia (virtual) entre lo que vemos por la tele y la realidad, que a veces se combinan violentamente, como les ha pasado a los de Argel...

Que al menos sirva para hacernos apreciar la vida más.

Anónimo dijo...

ola Oca! q ciertas son tus palabras...yo creo q cualquiera q haya leido lo q has escrito sobre "¿habría merecido la pena?" se ha parado durante un rato a pensar sobre ello, sobre si somos afortunados o no por vivir como vivimos, sobre si el fin justifica los medios...en fin yo creo q ningun fin justifica quitarle la vida a nadie, y que a veces no nos damos cuenta, o no nos queremos dar cuenta de que mas allá de nuestros problemas, hay gente que sufre por perder a su familia, amigos... injustamente, por el simple hecho de que hemos construido una sociedad egoista, que se mueve por la codicia y por intereses de todo tipo, y sobre todo económicos.