29 agosto 2008

.·.·.·. OMÁN .·.·.·. 6 - 15 agosto (Parte 2)

HAJAR MOUNTAINS - JABAL SHAMS

Esta es la primera de las 3 "escapaditas".

Como no podía ser de otra manera, lo primero que busqué en Omán, fue el pico más alto. Yabal Shams (el monte del sol), con sus 3.000 metros no estaba demasiado lejos de Mascate, además tiene muchas rutas de trecking bastante interesantes.

Ese día me levanté tarde, por motivos obvios. Pero bueno, no había ningún horario que cumplir, estaba de vacaciones, así que con calma. Puse rumbo a Nizwa, famoso por su castillo con la torre redonda, el zoco,... Llegué más o menos a las 13:00 y me pilló el rezo y con unos 40 y pico grados, así que me tuve que esperar dentro del coche a que terminara para poder echar un vistazo, comprar algo de comida y agua.

Conforme me iba acercando a la montaña, el cielo se cerró y empezaron a caer chuzos de punta. A 1000 metros ya se podía respirar, así que paré en el pueblo de Misfat para ver lo que me encontraba. Misfat es un pueblo-mirador, situado en lo alto de una colina, se ve todo el valle de Alhamra.

[Alhambra: Supongo que a los granadinos nos suena de algo este nombre. Realmente se escribe Al Hamra (الحمراء), se pronuncia "Aljamra" y significa "La roja". Soy consciente que después de este comentario, el sector más conservador de mis lectores realizará múltiples críticas, pero insisto, esto no tiene ningún mensaje político oculto.]

Aquí un cabrero de Misfat echando un descansito. Me parece que es miembro del hogar pensionista, bueno, realmente es el hogar del pensionista al completo.

Después de Misfat y Alhamra, continué hacia Yabal Shams. Antes de llegar a la cima hay un desvío que conduce al "Cañón del colorado de Omán".

Pues eso, una garganta con paredes casi verticales con unas caídas de vértigo, algunas llegan a los 1.000 metros. Justo antes de llegar a la garganta, hay como tres casas mal puestas donde viven un par de familias de omaníes que se dedican a venderle chorradas a los turistas.

Nada más llegar se me acerca un viejo de unos 150 años, completamente descalzo, con muñones en vez de dedos y con cara de desesperación. Me empieza a tocar en el cristal del coche, yo bajo la ventanilla y empieza a zurrarme con el bastón, pero vamos, sin hacerme daño. Total, que le digo: "Mata turid? Mata Turid? Ibn Sharmuta!!!" ("Que quieres? Qué quieres? So hijo puta!!!"), bueno, lo de hijo puta solo lo pensé.

El colega empieza a echarse las manos en las orejas y en la boca, depués de varias gesticulaciones y con el corazón en la boca por el sobresalto, llegué a la conclusión de que era sordo-mudo y que tenía más hambre que el perro del afilador, así que saqué una bolsa con algo de comida y el tío la agarró y salió corriendo, pero en el intento se le abre la bolsa y se le cae una manzana al suelo y rueda por debajo del coche. El viejo se agacha a cogerla, yo abro la puerta pa echarle una mano, con tan mala suerte que le arreo un portazo en la cabeza. El viejo rueda por el suelo, me mira, pero no habla (coño, claro, es mudo), pero tiene más hambre que daño, así que mientras yo intento asistirlo, alarga la mano por entre mis piernas y agarra la manzana caída. Como veo que el viejo reacciona sin mayor problema, cierro el coche y procuro abandonar la escena lo más rápidamente posible.

Lo más surrealista de todo es que el resto de la familia observaba el espectáculo unos 20 metros más adelante y justo cuando paso por su lado (es que no tenía más huevos que pasar por allí) en vez de recriminarme o preocuparse por el estado del abuelo, abren todos sus puestecillos ofreciéndome pulseras, colgantes y leche de cabra recién ordeñada...

Sin comentarios...

Lo mejor para recuperarse del trance es darse un paseo, así que me puse a andar por un sendero que no existía... Bueno, realmente si existe, pero cuando echas la vista atrás para ver por donde has venido, solo ves una pared vertical... y piensas: "¿Por ahí he pasado yo? Joder, que grandes que los tengo!!"

El camino está sembrado de cabras-perro. Yo no se si son churras o merinas, pero tienen más pelo que un oso.

Otra cosa curiosa es los montoncitos de piedra que los excursionistas van incrementando poco a poco.

La vista, el viento, la temperatura, todo es tan perfecto que tienes la sensación de estar volando, así que me quedé a ver la puesta de sol junto a los majestuosos montones de piedra.

Lo dicho, aunque parezca mentira, ahí hay un camino.

Después del paseito volví al coche (esta vez el viejo había desaparecido) y enganché la carretera hacia la cumbre de yabal Shams. En la carretera había unos campings cojonudos, con jaimas, luz, agua, todo muy bien preparado. A los pocos kilómetros me encuentro con un control militar, me paran y les pregunto: "A la cumbre?" - "En la cumbre hay un radar militar y no está permitido el acceso a los civiles" O_o menudo chasco!!! Cuando me voy a ir me pregunta el militar:

- "De dónde eres?"
- "De España"
- "Y vienes solo?"
- "Sí"
- "Pero, sin amigos?"
- "Sí!"
- "Pero, sin familia?"
- "Que sí cojones!"
- "Pero como que vienes completamente solo?"
- "Porque tu madre no quiso acompañarme!!"

...y dejó de hacer preguntas. Al menos así es como lo recuerdo yo.

Bien, ahora tenía dos opciones, volver por donde había venido, para pasar la noche en los súper campings, o seguir adelante e intentar acampar en un llano que tenía marcado en el GPS, pero que no había visto, ni siquiera sabía si existía.

Evidentemente seguí adelante (craso error). A los pocos kilómetros, la carretera se complica, es noche cerrada pero poco a poco consigo llegar al "camping", en el libro ponía que era una explanada, pero allí había unos edificios un poco raros. No vi absolutamente a nadie, pero los edificios están abiertos, me acerco a uno de ellos, pongo las largas y me bajo con una linterna. Me acerco, miro a mi alrrededor, me vuelvo a acercar un poquito... y cuando estoy a punto de entrar me hablan por un lateral en árabe, pero no veo a nadie, me vuelven a hablar, enfoco al punto a donde sale la voz y veo como una especie de incubadora del tamaño de una persona adulta, me giro y veo otra y otra, otra más, estoy completamente rodeado de incubadoras gigantes y dentro hay gente!!!!

Ostia puta que salto más grande que pegué!!!

Al rato reacciono: coño, no son incubadoras, son mosquiteras!!! Pues eso, estaban llenas de pakis dormitando, le pregunto al que me ha hablado que si le importa que me quede a dormir allí y me dice que no pasa nada, o al menos eso es lo que yo quise entender, de camino al coche veo todo sembrado de incubadoras, parecía una escena de Stephen King, Dios que acojone!!!

Total que vuelvo al coche, aparco en un llano y me predispongo a pasar la noche.

En el suelo no iba a dormir, vaya a que me comiera un lagarto de la montaña, dentro del coche hacía mucho calor, así que solo me quedó la opción de subirme al techo del coche. Menuda escena más idílica, yo tumbado y todo el cielo plagado de estrellas... el romance duró poco.

El techo de un Nissan Patrol es cómodo los primeros quince minutos, luego se te clavan todos los huesos, cuando por fin encuentro la posturita, comienza el ataque: primero en los tobillos, luego en las muñecas, y por último en las orejas, millones de mosquitos me estaban devorando, me pongo los vaqueros, la sudadera y utilizo el gutra a modo de mosquitera, pero el zumbido en los oídos es ensordecedor. Finalmente me tengo que meter dentro del coche.

El calor es insoportable, pero si abro las ventanas estoy perdido, al final se me ocurre abrir las ventanas y poner en una el gutra y en la otra la bandera de España (es que si solo habría una, era como si nada, porque no había corriente de aire). Me hice un sitio entre la palanca de la tracción, el freno de mano y el asiento de atrás y pude dar un par de cabezadas.

Son las cinco de la mañana, por fin sale el sol y me encuentro con esta escena. Esas son las "incubadoras"... Sí, sí, de día no acojonan, pero de noche y sin esperártelas...

Amanece en la granja de "Pakimobil", salgo, me lavo con las toallitas, consigo recolocarme los huesos y contabilizo los daños de la masacre. Más de 20 picaduras que no se me quitaron hasta el fin de semana pasado (3 semanas más tarde).

Como no aprendo, se me ocurre acercarme a hablar con los pakis, que estaban preparando el desayuno, entonces surgió la feliz idea de compartir la comida, yo puse de mi parte los croissants, las galletas, el pavo, el zumo, las naranjas y ellos me dieron una tortita y un vaso de té. De puta madre!!!

Vamos que me vendí barato, me quedé solo con el agua. No obstante, fue una experiencia desayunar en la cutre-choza, además, todos parecían bastante contentos... Claro, no te jode, se habían comido todas mis provisiones para 72 horas.

Otra vez en marcha. Queda mucho camino (y jodido) hasta llegar a Mascate.

En ocasiones cruzo pueblos que consisten en no más de cuatro casas y un poste de la luz.

De pronto la carretera deja de ser, y se convierte en una pendiente de grava que resbala, sin quitamiedos y con unas caídas bastante... Estoy muerto de sueño, apenas si he podido descansar, pero ya no hay más cojones, tengo que seguir adelante, volver por el mismo camino significaría llegar a Mascate demasiado tarde.

La cosa empieza a ponerse realmente fea, tengo que ponerle la reductora al coche y en algunos tramos no puedo usar el freno porque perdería el control. Para más ánimos me encuentro con esto. Un camión estampado.

Pero el coche responde sin problemas y pronto la cosa mejora. Es acojonante lo que tira el cacharro ese. De verdad, no me creo que haya subido por los sitios por donde lo he metido.

Toda la montaña está recorrida por Falach (Falaj), sistemas de irrigación que llevan el agua de las cumbres hasta las albercas en los pueblos. Fue introducido en Omán por los persas, que ya lo utilizaban en el 800 a.C.

La carretera serpentea por la montaña pasando por varios pueblecitos como Jat, Balad Sayt y Az Zamah, dónde está Wadi Bani Auf.

Paré para estirar las piernas.

Esto se supone que es un riachuelo, pero en estas fechas no hay mucho agua.

Tan solo un par de pocillas.

Pero al menos hacía fresquito.

Finalmente encontré el curso del Wadi y todo se hizo mucho más fácil. Ya era cuestión de seguir adelante hasta dar con la carretera general. Había cruzado todas las Hajar Mountains de sur a norte.

Atentos al cartelito: "Dahboot 11.500 Km"!!! Supongo que se referiría a 11,5 Km, a menos que la ciudad esa de Dahboot esté en Canadá, Estados Unidos o Brasil. Me quedé con las ganas de pintar uno con "Granada - 6.000 Km".

Por fin llegué a la carretera de Mascate, pero antes me pasé por la playa de As Suadi.


Pa echar una siesta y reponer fuerzas.

Luego hotelito, con una cama blanda, sin mosquitos, con aire acondicionado y comida!!! Y sin incubadoras!!!! Que lujazo!!!

3 comentarios:

Javier I. Sampedro dijo...

Oleee, vaya huevos que tienes. Tu por ahi solo, con el 4x4, a la aventura. Y aun sigues vivo. Cual sera el siguiente viaje?...

Óscar dijo...

Me cago en mi chichi, tú no estás bien de la cabeza tío, en fin, que cojones tienes. Con respecto a lo de la Roja, no esperaba menos, los moros son como los rojos, malos por naturaleza, poco más decir después de esto, que estas mu LOCO!!!!

Esmeralda Álvarez dijo...

Ya ha hablado el españolito!